El cliente necesitaba adaptar sus productos, que tradicionalmente se vendían en casas de fotografía, para su comercialización en tiendas de autoservicio y estaciones de nafta.
Se buscaba desarrollar un envase atractivo que se destacara facilmente de la competencia.
En ese momento no había experiencia con la venta de rollos de pelicula en autoservicios y se pretendía generar un envase que además de presentar el producto de manera atractiva dificultara los robos.
Tambien se lanzaron en ese momento ofertas de cámaras económicas con rollos de película.
Se desarrollaron tres envases y dos display.
Las ventas superaron ampliamente las expectativas iniciales.