La intervención de diseño permitió diferenciarla claramente del resto de los productos del rubro, posicionándola como un producto de alta calidad. Hasta ese momento la mayoría de los competidores tenían una presentación muy rudimentaria basada en frascos con etiquetas a una tinta o en potes de plástico serigrafiados.
Esta presentación, sencilla pero profesional, permitió a la pequeña cooperativa entrar en cadenas de supermercados de la capital. Se desarollo la marca y el envase. El envase presenta una etiqueta a cuatro tintas con una ilustración que evoca la puerza de los campos de donde se obtiene la miel. A su vez se diseñó un precinto de seguridad con la marca que garantiza la inviolabilidad del envase al tiempo que refuerza la idea de dedicación y esmero puesta en la producción. La apelación "de los campos de Casupá" utiliza un lenguaje de aire"campero" para reforzar la idea de producto uruguayo, al tiempo que actua como denominación de origen.