Fher, líder de Maná,
saluda a la audiencia mientras en la pantalla se observa a Alex,
baterista del grupo.
Una dosis de romanticismo, buenas cucharadas de erotismo, una pizca de
ecologismo "light" y una tacita de protesta política formaron parte de
los ingredientes con que Maná preparó su mejor festín musical en su
concierto de anteanoche en el Estadio Quisqueya.
La agrupación rockera de México puso en práctica por quinta vez durante
su actuación en suelo dominicano, la receta que le ha granjeado
aceptación no sólo de los fieles seguidores del género, sino de todos
aquellos que se han identificado con sus letras, sonidos y armonías.
Y allí, un eclipse de luna que se producía en ese momento no pudo ser
mejor cómplice en este recital de las descargas que protagonizaron los
integrantes del grupo: Fher, Alex, Sergio y Juan.
Ellos, junto a otros dos músicos, marcaron la ruta para un estallido de
emociones y trajeron consigo su "Revolución de amor" con la promesa que
tocarían mucho rato, hecho que consumaron con los 17 temas que
interpretaron, aunque la audiencia siempre estuvo dispuesta a más.
Baja convocatoria
La asistencia apenas llegó a un poco más de siete
mil personas, cuando se esperaban 12 mil, según la limitante dispuesta,
en un aforo que acoge el doble de esta última cantidad. De lo que sí la
banda debe estar satisfecha fue de la empatía que logró con aquel
"puñado" de gente que le manifestaba su afecto en ovaciones y aplausos.
En un escenario sin grandes pretenciones, un juego de luces y efectos
más discretos que lo normal, el grupo inició su actuación a las 10:10 de
la noche con el tema "Justicia, tierra y libertad" mientras se
proyectaban imágenes de guerra en dos pantallas gigantes y en una
colocada al centro la figura de Gandhi y otros personajes de la
historia.
"¿Cómo se siente esta hermosa isla? Tengo mucho gusto de volver a la
tierra de las mejores y más hermosas mujeres", fue la primera expresión
de Fher quien con su guitarra hizo sonar mágicos acordes de sus
canciones que ofreció al público sin ningún orden cronológico.
"Hechicera", "Como te deseo", "No ha parado de llover" fueron coreados
por sus admiradores y las respuestas a esto no faltaron.
"Este concierto es para la paz, no a la guerra, cuiden esta hermosa
isla, ámenla, quiéranla", exclamaba el líder y vocalista de Maná, quien
en instantes entraba a la onda desenchufada con algunos de sus éxitos,
pero regresaba a la potencia eléctrica con temas como "Eres mi
religión".
De esa canción se proyectó el video en la que aparece la modelo
dominicana Lisbeth Santos como protagonista de la historia que el
colectivo va contando.
Le siguieron "Mariposa traicionera", "Como te deseo", "ángel de amor" y
"Corazón espinado", este último motivó un ensordecedor ¡bravo! de los
asistentes que no se sentaron en ningún momento en las sillas colocadas
en
el área VIP y palcos, pero de las gradas, ni hablar.
En la banda sus músicos no sólo demostraron su desempeño en la ejecución
de sus instrumentos sino que tuvieron a bien hacer gala de otras
cualidades, como el caso del baterista Alex, quien cantó "Me vale"
mientras hacía sonar los platillos.
"A toda la gente que le importe un c...lo que es la sociedad", proclamó
el músico que además pudo lucírsela en ocasiones con varios solos de
batería y piruetas circenses con sus baquetas las que luego lanzó al
público.
Fher en tanto simuló despedirse, pero regresó y entonces cantó "Angel de
amor" y "Ahogado en un bar" tras expresar: "Santo Domingo, vamos a
seguir esta fiesta, pues apenas comienza, que apaguen esas p....luces".
Con Licey y Escogido
Un momento de gran algarabía se produjo cuando,
Fher, consciente de que se presentaba en el estadio donde se han librado
los torneos de beisbol más importantes de Dominicana, reapareció con la
camiseta que identifica al equipo de "Los leones del Escogido" y luego
se despojó de la misma para quedar con una de "Los Tigres del Licey".
Antes de ello, lanzó varias bolas de fútbol al público con las que
previamente hizo demostraciones de buen jugador.
Luego de mutis dos veces de escena la banda concluyó su actuación a las
12:20 de la noche con el corte "En el muelle de San Blas", una despedida
no pudo ser mejor que la que hicieron con flores, las banderas
dominicana, la de su país México y la que simboliza la paz, las que
unieron para llevar un claro mensaje de hermandad entre nuestros
pueblos, ese mismo discurso que ellos profesan en su música.
Del concierto y más
CONTRAPARTE. Pavel Núñez sirvió de telonero a Maná
con la interpretación de emas, oportunidad que aprovechó para recitar un
poema. ASISTENCIA. Al público ubicado en palco y que pagó RD$2,000.00,
se le invitó a ocupar el VIP de RD$4,000.00 colocado en la parte más
cercana a la tarima con la intención de rellenar ese espacio que se veía
un tanto desolado por la falta de público.
EN ORDEN. Contrario a otros conciertos, el público accesó sin
inconvenientes ni traumas, las atenciones a los medios de prensa fue de
primera y no hubo represiones por parte de la seguridad. Buena
organización y logística de parte del empresario organizador Fernando
Collado.
JUNTOS. A Mariela Encarnación se le vio acompañada de un conocido
empresario de espectáculos, quien no le pierde "pie ni pisada".
¿MOLESTO? Fher puso cara de "mala gente" cuando interpretando una de sus
canciones el sonido le jugó una mala pasada. |