Apóstol
por su vivencia sacerdotal, San Enrique de Ossó se sintió llamado a ser

APÓSTOL EN CRISTO, otro Jesús en la tierra.
Quiso que los hombres supieran que Dios les ama, que agradecieran su amor su ternura de Padre, que comunicaran a todos esta «buena noticia».

CONTAGIÓ EL FUEGO DE SU CIELO
a los niños,
a los jóvenes,
a las familias,
a las religiosas que fundó.

CON SU PALABRA: en la predicación continua, en las catequesis.

CON SUS ESCRITOS: periódicos, Revista de Santa Teresa, libros de formación espiritual y catequética, de pedagogía cristiana.

CON SUS OBRAS: por ejemplo de su entrega apostólica, su firmeza en el deber, su paciencia en las contrariedades.

CON SU INTELIGENCIA Y VOLUNTAD: puestas siempre al servicio de Dios y de la Iglesia.

CON SU VIDA: testimonio de amor de Dios, vivido y comunicado en plenitud de fe y esperanza, y sellado con una muerte, callada y escondida, que multiplicó su obra como grano de trigo que fecunda en la tierra en la que muere

 

Fundador
Llamado por Dios a vivir el carisma teresiano de oración y de vocación de maestro, a comunicarlo y prolongarlo en el futuro, con un grupo de jóvenes maestras y apóstoles fundó...

LA COMPAÑÍA DE
SANTA TERESA DE JESÚS

para extender el reinado del conocimiento y amor de Jesús por todo el mundo.
Rompiendo fronteras de espacio y tiempo, lanzó a las Teresianas a esta empresa con en único fin:

SER TODAS DE JESÚS,

consagradas a Él
en la oración,
enseñanza
y sacrificio
para la gloria del Padre
en la fiel imitación de María,
según el modelo de Santa Teresa de Jesús.

SU MISIÓN:

educar a los niños,
y en especial a la mujer,
formando la imagen de Cristo Jesús
en sus mentes y en sus corazones.

 

Sacerdote
Enrique de Ossó se dejó poseer por el amor de Cristo y prolongó en el mundo su sacerdocio.

SER SACERDOTE
fue la razón de su vida,
el fruto de la oración y entrega de su cristiana madre, la fidelidad inconmovible a la llamada de Dios,
el servicio generoso a la Iglesia,
la experiencia de Dios iluminada por María y Teresa de Jesús.

LA FUERZA DE SU SACERDOCIO

* impulsó toda su actividad apostólica:
la catequesis,
las clases del seminario,
las numerosa publicaciones,
las asociaciones para niños y jóvenes,
las charlas, conferencias,
Ejercicios Espirituales,
la promoción de la mujer,
la educación cristiana como carisma encarnado en su obra, la Compañía de Santa Teresa de Jesús.

* y le capacitó para afrontar con serenidad y firmeza las grandes contradicciones de su vida.

VIVIR SU SACERDOCIO

fue en Enrique de Ossó beber el agua de la Vida:
en la Eucaristía,
en la oración,
en los largos retiros en el Desierto de las Palmas, en Montserrat, en «Sancti Spiritus». . .

EL FUNDAMENTO de su sacerdocio fue:

un amor: Cristo y su Iglesia
un nombre: Jesús
un deseo: que todos conozcan y amen a Jesús y le hagan conocer y amar.
un programa: restaurar todas las cosas en Cristo
un ideal de vida: encarnado en María y Teresa de Jesús.