CRITICA
A LAS CRITICAS
Una
abrumadora cantidad de críticas han ido poblando el mundo científico
y los distintos ámbitos de comunicación social, encaradas
desde una perspectiva reducionista, centrada en los aspectos económicos
y en general utilizando indicadores que se toman prestados del propio
sistema criticado.
Ya Max-Neef nos había alertado de que la hegemonía de
las ciencias económicas curvaba totalmente el análisis
de las necesidades humanas, que deberían ser la piedra de toque
en la construcción de un nuevo paradigma, que él propone
que se distancie de los modelos de desarrollo que confunde desarrollo
con crecimiento y que en realidad se centran en la producción
de cosas y servicios que hacen a la base material de la existencia de
las sociedades humanas. Postula en cambio, una definición de
las necesidades humanas básicas, y una aceptación de la
diversidad cultural que ha creado y seguirá originando satisfactores
múltiples atentos a modos de ser, estar, tener y hacer surgidos
desde un "imaginario radical" que está en la base de
toda creación cultural. Su propuesta que quisiéramos defina
a nuestros grupos y a nuestra red, se define como "el desarrollo
de toda la persona y de todas las personas".
De allí parte nuestro planteo -que intentamos poner en órbita
en el corazón de nuestras discusiones y elaboraciones- que sin
descuidar los aspectos instrumentales, tradicionalmente presentes en
los análisis estructurales y de coyuntura, incluya como un nodo
ineludible a la crisis del proceso identificatorio y los procesos y
mecanismos de construcción de subjetividad que tipifican el momento
socio histórico por el que atraviesan las sociedades contemporáneas.